Departamento de Ciencias. Ezequeil Franco

La NASA comprueba que hay agua líquida en la superficie en Marte.

Uno de los principales objetivos de la exploración planetaria de Marte es la búsqueda de condiciones de habitabilidad que permitieran la existencia de vida extraterrestre. Y la presencia de agua es una de las condiciones indispensables para la vida tal y como la conocemos. Por ese motivo, desde hace décadas los equipos de científicos que trabajan en este campo han ideado decenas de estrategias para detectar la presencia de agua en el planeta rojo tanto en el pasado, como hoy en día. Pero muy pocos trabajos han podido demostrar que existe agua fluyendo por la superficie de Marte.

Hace pocos meses, el vehículo marciano ‘Curiosity’ detectaba en el Cráter Gale los primeros indicios de agua líquida en las primeras capas de la superficie del planeta, resultados que se publicaron en un trabajo liderado por investigadores españoles. Pero en aquella ocasión no pudieron ver de forma directa las rocas de sal hidratadas de las que hablaba la investigación, ya que sólo ocurren por la noche y el rover no funciona a esas horas debido a las bajas temperaturas, que oscilan entre los 50 y los 80 grados bajo cero.
Ahora, otro trabajo liderado por investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia (EEUU) ha encontrado nuevas evidencias de la presencia de agua líquida fluyendo por la superficie de Marte en la actualidad. Pero no es tan sencillo como mirar por un telescopio y ver ríos o cataratas cayendo por las montañas marcianas. De la misma forma que en el trabajo publicado gracias al análisis ambiental realizado por ‘Curiosity’, los investigadores han
encontrado sales hidratadas en unas misteriosas manchas de formas alargadas que aparecen en los taludes de la superficie marciana durante el verano del planeta rojo.
Los investigadores que trabajan analizando Marte llevan años preguntándose qué podría modelar esos extraños surcos que aparecen y desaparecen con el cambio de estación. Hasta ahora se preguntaban si serían flujos de arena o marcas de dióxido de carbono o quizá agua… El trabajo recién publicado por la revistaNature Geosciences y liderado por Lujendra Ojha, investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera del Instituto de Tecnología de Georgia, zanja por fin el debate. En concreto, analizaron cuatro puntos del planeta en los que se producen este tipo de surcos, que los investigadores llaman RSL, por la siglas en inglés de Líneas recurrentes en pendiente: los cráteres Hale, Palikir,y Horowitz.

Fuente:http://www.elmundo.es/ciencia/2015/09/28/5609556322601d28138b45a1