El Rol de la Mujer en estos 200 años

Colaboración: Profesores Liliana Frezzotti, Nicolás Gómez

Generación del ’80 «El modelo conservador»

   El siglo XIX erigió la idea de progreso en uno de sus mayores ídolos. El futuro será mejor que el pasado, decía esa teleología tan propia de esa centuria de grandes ambiciones y formidables conquistas técnicas y sociales.

   En la Argentina, sin embargo, la encarnación de esa utopía en la experiencia colectiva fue lenta y trabajosa. Todo está por hacerse, afirmaba el presidente Roca en su primer mensaje ante el Congreso, en octubre de 1880, y es seguro que muchos coincidían con ese juicio.

   Tras siete décadas de vida independiente, transcurridas entre luchas internas y guerras internacionales, el país era todavía un proyecto incompleto.

   El panorama no era el mismo que en 1820 o 1840 pero, contrastado con los ideales del siglo, el hiato entre expectativas y realizaciones por momentos parecía más grande que nunca. Todavía entonces el progreso tenía más de aspiración y de ideal que de realidad concreta y palpable.

   No sorprende, por ende, que la construcción de un sólido orden político fuese percibida como un factor imprescindible para volver realidad las promesas del progreso. Ese objetivo, hasta entonces tan esquivo, le dio su norte a la vida política entre el Ochenta y el Centenario, y funcionó como el cemento ideológico de la élite dirigente, ese grupo a veces conocido con el nombre de Generación del Ochenta. La preocupación por el orden ayuda a comprender por qué en esos años la idea de progreso se asoció más con la construcción de un Estado fuerte y la afirmación del principio de autoridad que con la expansión de la libertad. Este sesgo conservador le imprimió a la vida pública la marca elitista que fue tan distintiva de ese tiempo…

Fuente: Roy Hora. La Nación. 3/7/16. El autor de la nota es historiador (Universidad Nacional de Quilmes/Conicet).


   El Proyecto del Profesor Nicolás Gómez se transcribe de la siguiente manera:

«en nuestra propuesta encontrarán una breve historización del voto femenino cuyos inicios se podría ubicar en este periodo.

   El voto femenino se aprueba muchos años después de la generación del 80´, pero los debates y discusiones y la lucha en torno a este tópico vienen gestándose a principios del siglo XX en nuestro país. Después de muchas contramarchas durante casi medio siglo Argentina logra incorporar este derecho tan importante a la otra mitad de la población. El 9 de septiembre de 1947 pudo sancionarse finalmente la ley 13.010 que establecía en su primer artículo:” Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos.” Desde la sanción hasta la efectiva concreción del voto pasan varios años, pero lo importante es remarcar este avance en materia de igualdad de derechos y reconocimiento pleno de la ciudadanía.

   A partir de este contexto histórico los chicos de 2do y 3ro B de la Secundaria Básica en el marco de la materia Construcción de Ciudadanía presentarán una exposición de “urnas electorales” de distintos tamaños y colores. Esta diversidad de tamaños y colores corresponden a representar la heterogeneidad de nuestro pueblo, pero manifestando una voluntad política de aceptar las diferencias regionales e incorporarlas a una voluntad nacional. De esta manera cada urna está pintada de un color diferente, correspondiente a los colores de la wiphala, que corresponde a una bandera cuadrangular de siete colores utilizada por algunas etnias de la cordillera de los Andes y que en la actualidad es simbolizada como la bandera de la “diversidad cultural”. De esta manera nuestros alumnos avanzan un paso más en el reconocimiento histórico de derechos, reconociendo no sólo a las MUJERES como un actor trascendental de nuestra nación, sino también incorporando las voces de los pueblos originarios y las culturas ancestrales del interior de nuestro país. Finalmente los alumnos decoraron estas urnas con imágenes de distintas mujeres representando a todos los estereotipos de mujeres bajo la misma orbita de derechos; A esto agregaron leyendas con fragmentos y datos históricos, como así también aprovecharon para llevar muchos reclamos de la actualidad como el #NiUnaMenos«.

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El  profefor Nicolás Gómez nos dijo: «En conjunto con el curso 2° B y 3° B de secundaria, los alumnos trabajarán el tema del rol  de las mujeres, el voto femenino (sufragio)».
Además agregó: «Llevarán urnas que representan el voto. Cada urna tendrá un color distinto y esos colores forman la bandera de la diversidad cultural.
Por otro lado, cada una de las urnas tendrá una leyenda escrita con respecto al voto femenino». «También pegarán imágenes de mujeres alrededor de ellas (las urnas)».

La profesora Liliana Frezzotti nos comentaba: «Con ayuda del grupo de 1° A de secundaria, trabajaremos sobre la moda, su evolución y en esa década en específico (1980), vestidos, adornos, etc».
«Llevaremos algunas láminas que representen  dichas cosas, porque les resulta dificultoso conseguir los elementos de ese momento».
Para finalizar nos dijo: «Algunos chicos llevarán maquetas y folletos de moda de esa época».

Junto al profesor Villalba Martín los alumnos de 5to año secundaria, realizaron una investigación sobre Juana Manso.

   Nacida en Buenos Aires el 26 de junio de 1819 y fallecida el 24 de abril de 1875 en la misma ciudad, Juana Manso fue escritora, traductora, periodista, maestra y precursora del feminismo en Argentina, Uruguay y Brasil. Su vida atravesó el período en el que el territorio de las Provincias Unidas del Río de La Plata- que incluía lo que hoy es el Uruguay- estaba signado por las guerras de la independencia, las disputas con países limítrofes y las guerras civiles que disputaban el modo en que debía constituirse el Estado, la Nación y el gobierno de un nuevo país que se estaba independizando. A los veinte años conoció el exilio y su familia, opositora al régimen rosista, tuvo que emigrar a Montevideo y posteriormente a Brasil.

   Como parte del movimiento romántico y el pensamiento racionalista de la época ella entendía que la humanidad no retrocedía jamás y que el progreso era su destino inevitable. En concordancia con las ideas de la ilustración, Juana Manso impulsaba el abandono de las formas opresivas como la esclavitud y el racismo. Así, luchó contra los prejuicios y la intolerancia y por la necesidad de superar convenciones sociales, familiares o religiosas que atentaban contra la libertad de conciencia. Estas ideas fueron duramente criticadas por la Iglesia; por su condición de librepensadora al fallecer, su cuerpo quedó insepulto durante dos días. El espacio femenino había estado constituido por el escenario doméstico; la igualdad de capacidades y oportunidades y el derecho a la realización personal de las mujeres estaban excluidos del discurso público. Manso apuntaba al fortalecimiento de la individualidad de la mujer, con participación en el campo intelectual y social.

Juana Manso tuvo una presencia relevante en la cultura rioplatense a través de la escritura y la palabra difundiendo sus ideas sobre la emancipación de la mujer y la importancia de la enseñanza desde las edades tempranas. La educación debía contemplar prácticas pedagógicas que emanciparan el pensamiento, sin restricciones dogmáticas o morales.

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Martín Villalba: Con ayuda de unos alumnos de quinto año (Nicolás Gruger & Rodrigo Pared) , llevarán unas muestras sobre Juana Manzo y realizarán souvenires para entregar en la exposición.